64 Años de la Conquista del Voto Femenino


Las mujeres paraguayas fueron las últimas en América del Sur en acceder al derecho al voto. Con la promulgación de la Ley 704/61 se reconocía a la mujer paraguaya como “ciudadana con derecho a votar y a ser elegida”, pero eso no garantizó la plena participación equitativa. La primera vez que las mujeres votaron en Paraguay fue en las elecciones generales del 10 de febrero de 1963. Este hito, aunque tardío en comparación con otros países de la región, fue el resultado de una larga lucha que se remonta a principios del siglo XX.

La historia del sufragio femenino en Paraguay tiene sus raíces en un acto simbólico ocurrido en 1901, cuando 36 mujeres de la ciudad de Concepción enviaron un telegrama al Senado denunciando fraude electoral. Este hecho marcó el inicio de la participación política femenina en el país. Una de las figuras más emblemáticas de esta lucha fue Serafina Dávalos, la primera abogada paraguaya, quien en 1907 defendió su tesis Humanismo, abogando por los derechos civiles y políticos de la mujer. Dávalos fue también fundadora de varias organizaciones feministas, entre ellas la Liga Paraguaya por los Derechos de la Mujer, creada oficialmente en 1951.



La Liga, integrada por mujeres profesionales como Mercedes Sandoval de Hempel e Isabel Arrúa Vallejos, fue crucial en la conquista del voto femenino. Realizó campañas de concientización, capacitó a mujeres en derechos políticos y presentó proyectos de ley al Congreso en diversas ocasiones. Estas gestiones, sumadas al respaldo internacional, finalmente lograron que en 1961 se promulgara la Ley 704/61, que otorgó a las mujeres el derecho al sufragio activo y pasivo.



Sin embargo, la sanción legal no significó una participación plena e igualitaria en la política. Las dificultades que afectan a las mujeres y limitan su participación hasta hoy se evidencia claramente con la escasa representación en cargos electivos y la falta de mecanismos efectivos para garantizar la paridad. Hoy persisten barreras estructurales que limitan a las mujeres en su rol político, evidenciando que la igualdad legal no siempre se traduce en igualdad real.



La historia del sufragio femenino paraguayo es, al mismo tiempo, testimonio de resistencia, avance y una llamada de atención sobre lo mucho que aún queda por transformar para que la participación política de las mujeres no solo sea un derecho legal, sino una realidad vivida en igualdad de condiciones.

Redacción Conmemorativa del Partido Participación Ciudadana

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