cambio climático en paraguay
Es el conjunto de cambios profundos y duraderos en los patrones del clima del planeta. En toda la historia de la tierra (unos 4.500 millones de años) ésta ha sufrido cambios importantes en este aspecto pero es la primera vez que se da por la acción humana.
Desde el siglo XIX hasta nuestros días, la temperatura media global de la tierra ha ido en aumento por las actividades humanas. Esto trae como consecuencia desequilibrios en el régimen de lluvias, temperaturas extremas (frío o calor), sequías, inundaciones y huracanes con mayor fuerza y frecuencia, afectando la calidad de vida de las personas y demás seres del planeta.
En Paraguay la deforestación junto con la quema de bosques, pastizales y basuras, además de la quema de combustibles fósiles (nafta, diésel, gas) son las principales causas del cambio climático dado que producen demasiada cantidad de gases de efecto invernadero que terminan atrapando el calor.
En los últimos años, una excesiva deforestación para dar paso a cultivos transgénicos, ganadería y monocultivos de eucaliptos, está acabando con los bosques de todo el país, agravando la situación. Por otra parte, el claro apoyo al uso de combustibles fósiles (con tantas estaciones de servicio habilitadas por año) teniendo una de las hidroeléctricas más grandes del mundo y la posibilidad de generar energía solar y eólica dadas las condiciones del país, va en contramano de las recomendaciones de cambiar a energías más limpias y accesibles como una estrategia para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Como consecuencia, han aumentado las olas de calor y las sequías en todo el país. Esto afecta a la producción de alimentos que por ser más escasos son más caros, a la salud pública y la disponibilidad de agua para toda la población. En días de calor extremo se vuelve peligroso realizar actividades laborales que requieren exposición al aire libre y hasta el desarrollo de las clases en las escuelas y colegios se ve afectado. El cambio climático afecta a todas las personas.
Se vuelve urgente tomar medidas para paliar esta crisis. Dejar de talar árboles, reforestar, proteger bosques, evitar las quemas, disminuir el uso de combustibles fósiles, ahorrar agua y exigir a las autoridades políticas concretas que prioricen a las y los ciudadanos frente a los negocios es fundamental para evitar una crisis aún mayor.