a 49 años de la pascua dolorosa - oleada represiva del régimen stronista en 1976

Durante el auge de gobiernos dictatoriales promovidos por EEUU a través del nefasto Operativo Cóndor, durante la década del 60 en toda Latinoamérica se vivía intensamente la idea de librarse de los tentáculos del imperialismo norteamericano. Aunque la población campesina siempre fue un factor de importancia en los proyectos políticos, nunca pudo desarrollar sus propios proyectos, a partir de sus vivencias cotidianas y de sus utopías.
Lo concreto es que los campesinos comenzaban a ser sujetos de interés por parte de la iglesia católica, que al interior de su estructura iba reconociendo cambios que lo acercaban al pueblo, con políticas de apoyo para el individuo. Es así como, a comienzo de la década del 60, varios sacerdotes, a través de la lectura de la Biblia, iban revisando su realidad e individualizaban injusticias existentes en la sociedad. Esta simple tarea, de estudio y de análisis de la realidad a través de la Biblia, inició una experiencia que marcó a los campesinos.
En diferentes localidades los campesinos comenzaron a valorizar la organización y el trabajo colectivo.
Hacer realidad lo que sostiene “la palabra del Señor”, la solidaridad, fraternidad y actuar “como hermanos”, fueron a convertirse en los valores fundamentales de una gran parte de los campesinos. De esta manera, en Misiones, en Paraguarí y en otras ciudades fueron organizando lo que se llamó Ligas Agrarias Cristianas.
Aquellos postulados bíblicos y las enseñanzas del gremialismo socialcristiano fueron llevados a la práctica en algunas experiencias concretas, destacándose la implementada en la Colonia Jejui. Las familias aquí instaladas fueron en parte, haciendo realidad aquellas ideas y, estas fueron siendo asumidas por los demás campesinos que vieron que era posible, a pesar del gobierno, realizar una experiencia más humana y con otros fines económicos y políticos. Esta toma de conciencia de parte de los campesinos fue cambiando las relaciones que tenían con los intermediarios, con los comerciantes, con los dirigentes de las seccionales coloradas y, hasta con la misma jerarquía de la Iglesia.
Entonces, dentro de las Ligas Agrarias, nació un sector de campesinos que impulsaron una política de mayor independencia de la jerarquía eclesial y una capacidad de organización política diferente, para hacer frente a la cada vez más sistemática represión. Este grupo comenzó a organizar sus actividades en la clandestinidad. Y es así que toma contacto con un sector urbano de estudiantes, profesionales e intelectuales. La Organización Político Militar (OPM), nombre que identificaba a este sector urbano y que planteaba la lucha armada como metodología para acceder al poder. La fusión de los campesinos a esta organización significó un paso importante dentro del proyecto de terminar con la dictadura. Sin embargo, diversos problemas dieron pie a la represión dela dictadura.
La acción del régimen stronista fue brutal. En Asunción, en Misiones, en Paraguarí y en otras localidades, la población fue testigo de numerosos asesinatos, torturas y persecuciones. Dionisio Rodas, Doroteo Silvano Ortellado, Alejandro Falcón, Francisco, Adolfo, Policarpo y Elixto López, Arturo Bemal y tantos otros dirigentes campesinos fueron muertos en el Departamento de Investigaciones o en los espacios represivos que se preparaban en cada localidad. Esta situación sembró el miedo más profundo entre las familias campesinas. Esta represión fue una de las más salvajes desatadas contra los campesinos por parte de la dictadura stronista. La misma duró bastante e involucró, además del equipo de torturadores de Investigaciones, a los dirigentes de las seccionales coloradas, al alcalde, al simple afiliado colorado y a las autoridades de cada región.
Como consecuencia del grave daño hacia el sector campesino, se tituló esta represión como “la Pascua Dolorosa". Instalados en el cuartel de Abraham Cue, los represores dejaron huellas inolvidables de dolor, penas y torturas. Esta experiencia fue otra prueba de la capacidad de lucha del pueblo paraguayo, más concretamente de los campesinos.
