11 de febrero: Día Internacional de la mujer y la niña en la ciencia

Desde el año 2016 se celebra el 11 de febrero el “Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia” con el objetivo de promover el acceso pleno y equitativo de las mujeres en la investigación científica.
Desde la antigüedad, las mujeres han contribuido con sus observaciones, registros e inventos al desarrollo de la ciencia y como consecuencia al de la especie (por ejemplo, fueron las mujeres quienes descubrieron que las semillas de las plantas germinaban. A partir de esa observación, nació la agricultura y con ella, la formación de ciudades-estado). Sin embargo, con el paso de los siglos y como consecuencia de un patriarcado que buscaba subordinarlas y degradarlas, se les prohibió leer, escribir y asistir a cualquier centro educativo. Recién a partir del siglo XVIII, las mujeres pudieron volver a las universidades y espacios científicos, aunque sólo eran admitidas como oyentes o ayudantes de científicos hombres. Muchos de los descubrimientos científicos realizados por mujeres debieron ser firmados por hombres para que puedan ser divulgados.
Si bien en la actualidad ya no existen esas prohibiciones, aún persisten los prejuicios y estereotipos de género que asocian a las mujeres con los roles de cuidado, las presentan como menos productivas, más sentimentales y por ende menos aptas para el razonamiento científico.
Paraguay es uno de los pocos países en el mundo que cuenta con paridad entre investigadoras e investigadores. No obstante, dificultades como la crianza de las hijas e hijos, la desigualdad en la distribución de las tareas domésticas, la carga mental de llevar adelante un hogar y los sesgos de género obstaculizan el liderazgo femenino en los equipos de investigación y el acceso a los recursos que posibiliten el quehacer científico..
Paraguay destina alrededor del 0,3% de su PIB a la investigación científica y un poco más del 4% a la educación, lo que es insuficiente para fomentar carreras científicas que contribuyan al desarrollo del país. Son escasas las escuelas y colegios que cuentan con bibliotecas, salas de informática, laboratorios y personal capacitado que puedan inspirar a las niñas a realizar investigación. A esto se suma la falta de políticas públicas eficaces para prevenir embarazos adolescentes, la deficiencia en el transporte público, la ausencia de guarderías en las universidades, la escasa oferta de carreras en el interior del país y el costo de las mismas, que hacen que las mujeres no puedan concluir sus estudios.
En este país con tanto potencial en cuanto a recursos naturales y personas con tanto por aportar a la sociedad se vuelve imperioso apostar por la educación de las niñas y mujeres generando las condiciones necesarias para que puedan estudiar, desarrollar capacidades, aptitudes y aportar nuevos puntos de vista a la ciencia para lograr un impacto positivo en la calidad de vida de toda la población.
“Las mujeres necesitan de la ciencia y la ciencia necesita a las mujeres”
Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO
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[1]Lerner, G. 1986. La creación del patriarcado.
Graeber, D. 2011. En deuda. Una historia alternativa de la economía.
Rodríguez, P. 1999. Dios nació mujer.
